lunes, 24 de abril de 2017

ELEGIR EL CAMINO


A veces elegir un camino distinto al convencional supone tener la valentía de enfrentarte al mundo desde la perplejidad y el asombro, y no desde la asunción de ideas vacías por el mal uso. No hay excusa para no sentir la extrañeza de nuestra forma de vivir, de no parar de vez en cuando y observar para entender. De no preguntarnos para comprender. Las rutinas, el aburrimiento, el hastío, pueden ser el final definitivo de un camino de vida basado en vivir por vivir; caminar porque hay que caminar. Caminar por otros senderos puede que se convierta en una buena elección.